El
Discurso
Este es un conjunto de
expresiones que un individuo esgrime como fundamento para respaldar sus
acciones intentando convencer a las partes de su verdad.
Hay en dialéctica varios tipos de discursos; a
nosotros, para éste caso, nos interesa uno el tipificado como: “Discurso
Cómodo”.
Que significa, o queremos
decir, cuando esgrimimos un discurso cómodo, simplemente que como decía la
abuela: “… Queremos quedar bien, con Dios y el Diablo”; en el caso que hoy me
ocupa quiero entender el porqué del uso de este tipo de mensaje utilizado en la
causa indígena por el sistema y los “Indigenistas” de turno.
Herederos
y discípulos del Instituto Indigenista Interamericano, (III) con Quintanilla a la cabeza; organismo gubernamental, con sede
en México,DC que representó en las últimas décadas del siglo XX la articulación
Indigenista en América Latina.
Hoy la
sociedad, el “Gran Público”, se halla extremadamente sensibilizado por los
abusos de poder y violación de los derechos humanos que se ha visto llevado soportar, sin poder dar razón de ello; como
ya explique, en reiteradas notas y oportunidades, durante las décadas de los
ochenta y parte de los noventa se abrió una concientización social sobre el
tema indígena que lo instaló en la agenda social y político, como no lo había
estado nunca.
La
aparición en el ejercicio de las luchas de poder de un nuevo elemento el
“Indianismo” aportado por los propios indígenas, filosofía y mecánica, que se
contraponía, desde las bases mismas de la indianidad al sistema hegemónico y
sus voceros indigenistas, Marcó un rumbo irreversible.
La única
forma de combatirlo fue intensificando el discurso para que el gran público no
escuchara otras voces que las del indigenismo.
Ya
sabemos lo que representan la propaganda, la repetición, el machacar y machacar
sobre un escucha desprevenido que no llega nunca a entender los finos entretelones
de la gran charada que nos dejan conocer.
Si usted
es un profesional y quiere estar en la carrera, en el juego, debe hablar ese
lenguaje difundir ese discurso, no hacerlo significa estar fuera del sistema,
no ir con la corriente.
El “Discurso
Cómodo” que se ha puesto de moda, es el que yo tenía cuando empecé en los
comienzos de los años sesenta, en esto de entender, desde adentro, desde las
bases, la causa india; un discurso que me servía a mí entonces pero que en ese
aprendizaje constante trastoqué posteriormente en un Indianismo militante.
Un
discurso que estudios viejos, Argentinos y Chilenos, ya han contradicho por
inexacto, pero conveniente para los voceros y la causa indigenista.
Cómodo, porque no se contradice con el sentir
social que prima hoy en el “Gran Público” en defensa de los derechos indígenas.
Cómodo porque a los indígenas les otorga un
supuesto marco defensivo que a la hora de hacerlo valer se topa con el derecho
romano que rige las vidas de nuestros países autónomos e independientes.
Esto lo supo Eulogio Frites en la defensa de su
causa desde adentro del sistema, sabía que Dios Atendía en Buenos Aires y su
oficina estaba en tribunales; por eso quiso ser abogado y lo fue de los buenos.
Este
Discurso Cómodo, funcional a ambas partes, debe ser desarticulado y
desenmascarado ya que no es indianista.
Veamos
la diferencia:
a)-. El antiguo “Indigenismo”
con el que nos formaron a todos nosotros es una metodología surgida desde los
estados nación, como una herramienta de las ciencias sociales para estudiar,
comprender e interactuar con el Otro, desde lo social, cultural y político; la
Antropología se sirvió de estas premisas del indigenismo para estudiar al otro
y dominarlo; al decir de Ángel Palerm (UAM) una “Herramienta barata de
dominación” en manos de los opresores, el sistema.
b)-. El Indianismo
surgido como una alternativa de cambio, con el reverdecer de la causa
Indianista en Sudamérica 1980, después del Congreso de Ollantaytambo, Perú/CISA
y de la apertura Democrática en nuestro país 1983.
Por esos
años, 1986, se realiza en Cosquín, Córdoba; organizado y convocado por las
organizaciones indígenas intermedias AIRA,CISA,
CMPI el “ II Seminario de Filosofía, Ideología y política de la indianidad”
Esta
iniciativa, sumada al logro de la Ley 23.302, recientemente promulgada,1985; la reforma de la constitución, 1994, lograda
en Paraná, permitió vislumbrar una políticas surgida desde los indígenas para
los indígenas, que en definitiva es aquello que significa el Indianismo.
Por
supuesto para vencer esta Utopía metodológica, ya que los aborígenes muy de ves
en ves llegan a los escaños parlamentarios, se tienen que valer de otras voces,
no siempre consustanciadas, seria y honestamente, con la causa.
Pero
valía la pena luchar y proseguir adelante.
Hoy es
más sencillo y cómodo, postular que los mapuche son de uno y otro lado de la
Cordillera, como lo hace la Dra. Diana Lenton, pour la gallerie
sin especificar un sistema de acotamiento temporal, ya que esta apreciación
expresada así habilita a los mapuche para que les sea reconocida en nuestro
país su derecho ancestral.
Desconoce las luchas Ranquelinas contra los mapuche
chilenos, realistas que luchaban contra la independencia, como lo demuestran
los acuerdos de Rondeau con el lonko Carripilum y sus seguidores para parar la
acción de los Mapuche.
Como decía ciertamente Ángel Palerm “… Si
tan asiduamente debemos recurrir a la historia, para comprender nuestros actos
de hoy, es que no hemos sabido resolver el problema y aún forma parte de
nuestro presente”.
Mi
amigo, Martín Migueles me envió el extensísimo CV: de la Dra. Lenton del que
sólo puedo expresar admiración y respeto; esta circunstancia, que valoro no la
exime de ser, operativamente funcional al sistema que explico más arriba y que
Palerm describe en su frase famosa.
El tiempo
dirá para que lado se inclina la balanza; ya que se inclinará.
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