viernes, 4 de diciembre de 2009

En respuesta a la nota del Sr. Rolando Hanglin

Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA
Martes 17 de noviembre de 2009

"Ahora sí, la solución mapuche", del Sr. Rolando Hanglin
publicada en el diario La Nación.
Señor director:

El Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires aprobó una declaración de repudio a los numerosos artículos periodísticos que pretenden desacreditar los derechos del pueblo originario mapuche.
En respuesta a dicha declaración, el señor Rolando Hanglin se ha referido a las actividades académicas de la Facultad de Filosofía y Letras con pretendido sarcasmo, aunque desconociendo que en ella, además de las carreras de Filosofía y de Letras, se dictan siete más, entre ellas las de Ciencias Antropológicas, Historia y Geografía, que tienen contenidos curriculares en temáticas vinculadas a los pueblos originarios. Tampoco se comprende por qué según palabras del propio Hanglin los filósofos y académicos de las letras no tendrían legitimidad para opinar sobre la cuestión, cuando él mismo, como periodista neófito en el tema, lo hace. Aun más, si se dedicara con ahínco por la verdad a dilucidar un tema tan complejo reconocería que en la Facultad de Filosofía y Letras se asientan 22 institutos de investigación, entre otros el de Ciencias Antropológicas, el Instituto de Arqueología, el de Geografía, el de Historia Argentina, el Instituto Interdisciplinario Tilcara, en Jujuy, y el Museo Etnográfico, que vienen desarrollando actividades de investigación sistemática y científica sobre problemáticas vinculadas a los pueblos originarios en Argentina desde hace muchísimo tiempo.
No encuentro pertinente debatir con el señor Hanglin respecto a los derechos territoriales de los pueblos originarios, ya que los mismos son indiscutibles al encontrarse plasmados en nuestra carta magna reformada en 1994. En este sentido, la Constitución Nacional con la sanción del artículo 75, inciso 17, ha incorporado el reconocimiento de la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas con rango constitucional. Por otra parte, el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (I.N.A.I.), como organismo ejecutor de la política indígena, a través del Registro Nacional de Comunidades Indígenas (RE.NA.CI.) reconoce como tal al pueblo originario mapuche. Me interesa señalarle que sus dislates se asemejan peligrosamente a discursos sostenidos en tiempos de la dictadura militar sobre el problema. Tampoco me considero la persona adecuada para defender aquí a las comunidades mapuche, pues ellos tienen sus propias organizaciones para hacerlo en forma más pertinente. Pero lo que resulta difícil de tolerar es que se incite a la ciudadanía con teorías racistas disparatadas y conspirativas respecto a las consecuencias que tendría el ejercicio de los derechos territoriales mapuche para con la Nación, sus provincias y todos los que habitamos esta querida patria Es sintomático que cada vez que una comunidad originaria se expresa y lucha por sus derechos aparecen voces señalando que dichas comunidades son extranjeras. Un modo clásico y penoso de desprestigiar dichos reclamos acogiendo los intereses de los grandes terratenientes.
Atento a sus preocupaciones invito al Sr. Haglin a conocer nuestros institutos e investigadores, a interesarse por la gran cantidad de libros y artículos escritos sobre la cuestión, pero sobre todo le recomiendo que se detenga a conversar con una Machi o un Lonko de las comunidades a las que hace referencia y así tal vez comprenda que, más allá de sus divertidas correrías y lo entrañable que nos pueda parecer su autor y dibujante, en estos temas es recomendable no quedarse sólo con la versión del Patoruzú.

Héctor Hugo Trinchero Decano de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA DNI 10.188.757

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