lunes, 24 de diciembre de 2018
sábado, 22 de diciembre de 2018
No es lo mismo
Confundir
a la opinión pública, esa es la consigna
No es lo mismo
No es lo mismo, el
conflicto, planteado hoy a uno y otro lado de la cordillera de los Andes,
(Frontera: Chile, Argentina.) decir y sentirse Mapuche, en Chile, que aquí en Argentina. Los
intereses ajenos al conflicto, sumados a éste, durante el transcurso del siglo
XIX, son tan viejos que pasan desapercibidos; por recurrentes, entre nosotros,
son parte de nuestra historia como región Austral.
La Cuestión Mapuche es
clara y cristalina pero: “No hay peor ciego que quien no quiere ver”.
Las
políticas del día a día en nuestros países no responden al interés de sus
pueblos, sino a los intereses de sus mandantes que controlan el poder
financiero global; este no responde a los pueblos.
Los
vapuleados o violados, derechos ancestrales del pueblo Mapuche y de los pueblos
indígenas del continente y del mundo, no deberían estar en discusión, sin
embargo lo están; esos intereses
extraños por aquello de: “A río revuelto, ganancia de…” Siempre estarán en discusión, en el lugar que, a los políticos de turno, les convenga.
Durante
la formación de nuestras Naciones, esos intereses intentaron apoderarse de la
región actuando, a favor o en contra, según les conviniera, (1ª y
2ª invaciones inglesas en el Rio de la Plata, 1806 y 1807).
Dado
que fueran repelidos y vencidos entonces, siguen intentándolo en la actualidad,
el conflicto sobre Las Islas Malvinas lo demuestra, utilizado para dividir y difuminar
la fuerza de la opinión pública; La cuestión Mapuche es un
ingrediente más incorporado hacia los años sesenta-setenta, por la conveniencia
y posibilidad de conflicto entre Argentina y Chile, así dividirían la
fuerza de estas dos sociedades Sudamericanas.
RT
en español, primera información que recibo, en mi muro por las
mañanas, publicó en los días 20 a 21 de diciembre de 2018 un informe que
refleja el conflicto del pueblo Mapuche con el Estado Chileno, pero no la
realidad política actual de éste.
Esto
debe hacerse para que el público sepa a qué atenerse y conosca a que nos
enfrentamos y nos enfrentaremos en un futuro próximo; se enfrenta, el pueblo mapuche y
las sociedades de nuestros países.
La realidad es
que el pueblo Mapuche, merced a la herencia dejada por la conquista, ha pasado
a ser víctima del sistema heredado, ya que, si bien les reconocemos el derecho
inalienable de sus reclamos, no podemos, ni somos capaces de restituirles sus
propiedades. (Bajar: “La cuestión Mapuche”; “Un conflicto de Identidad”; “Los verdaderos
dueños de la tierra”, entre otros)
Para
compartir y poder ver los libros y otros archivos PDF en la nube.
Los
que sean de su interés pueden bajarlos – Sin cargo alguno.
Una
solución parcial sería proceder como lo hicieron los pueblos de Norteamérica al
recibir un resarcimiento en metálico, una reparación del daño histórico que le
fuera infligido; esta circunstancia les permitió seguir adelante con sus vidas
y así las nuevas generaciones se enfrentaron al futuro con una perspectiva
mejor.
Esta
es la razón por la cual nuestra realidad, el ahora de la cuestión indígena en
el hemisferio norte se diferencia tanto del nuestro, ellos no tienen ya que
luchar el día a día para sobrevivir, cosa impensada e n Centro y Sudamérica.
Pero
hasta que algo similar adopten los países Indoamericanos deberemos mantener una
visión clara del problema, no minimizar la fuerza y razón del reclamo indígena,
como tampoco magnificarlo, por desconocimiento o dejándonos llevar
por el manejo de intereses foráneos.
Ser
Mapuche y vivir en Chile que no reconoce la pre-existencia de los pueblños
indígenas en general. Y tampoco reconoce los derechos de los mapuches sobre la
tierra en que viven los chilenos.
Ésta
es la principal razón por la cual, sentirse y ser Mapuche, reconocerlo ante la
sociedad y defender los derechos que les asisten no es fácil en el mundo de
hoy. Argentina reconoce y así lo expresa en su Carta Magna de 1994 “...La
nación Argentina reconoce la pre-existencia de los pueblos indígenas en el
territorio…”
Esta
“Figura
jurídica” otorga a los pueblos indígenas la posibilidad legal de
acceder al concurso de la justicia para interponer reclamos a la Nación,
incluyendo el reconocimiento del “Derecho Ancestral”.
Esta
fue una lucha de todos nosotros desde la AIRA con Eulogio Frites Y Rogelio
Guanuco a la cabeza de un grupo de hermanos que en las tres últimas décadas del
siglo XX, lo dieron todo por recuperar poco a poco sus derechos.
Nuestros
esfuerzos se vieron coronados por el cambio de paradigma expresado por la
sociedad a la cuestión indígena en los años ochenta, logramos la 23.302 en el
congreso y su promulgación y luego ser artífices de la reforma Constitucional
del 94.
Muchos
ya no están entre nosotros, Eulogio Frites, Augusto Comte, Horacio Maldonado,
Diego Lanuse Condorcanqui, Augusto Ramallo entre otros hermanos de barricada,
con quienes compartí sueños e ideales.
Después,
de la compra fraudulenta de tierras ocupadas por familias Mapuche radicadas en
nuestro territorio; tierras sus agentes inmobiliarios, supuestamente utilizaron,
para estafar a Benetton en la Patagonia Argentina; la causa Mapuche tomó un
rumbo diferente, dada la participación de un grupo que conoceríamos como RAM resistencia Mapuche; originado en Bristol
en los años setenta (1978),
en la cual fue designado vocero Facundo Jones Huala.
Este
personaje elegido como vocero, aparentemente por sus condiciones histriónicas y
elocuencia, factores más que importantes para el rol asignado; no es un
indígena, si puede tener, por parte de madre, su interés en la causa.
Reflotar
el: “Reino
de Araucanía y Patagonia” farsa mediática de un aventurero y leguleyo francés
desesperado por el abolengo que, hacia finales del siglo XIX socavaba los cimientos
de la pequeña burguesía francesa.
Impedido
de lograrla en el país galo que después de trágicas luchas intestinas había logrado
desembarazarse de una monarquía corrupta, débil, anquilosada y había fundado la
República Francesa y nada quería saber de monarquías. Viajó a Chile y convenció
a algunos Mapuches que vieron en él la forma de internacionalizar el litigio
con el Estado chileno.
Los
ingleses, siempre a la expectativa sobre el acontecer en la región, no tardaron
en observar los frágiles lazos de coexistencia existentes en el hemisferio sur;
siempre actuaron conforme a sus intereses, exacerbando, las apetencias expansionistas
de los políticos trasandinos, estas apetencias se hallaban en concordancia con
sus planes colonialista para el Cono Sur donde, desde 1833 mantienen la
usurpación y ocupación de las Islas Malvinas; máxime después de la guerra del
Pacifico en la cual chile perdiera parte de su territorio norte, a manos de
Perú.
Desde
estas perspectivas y circunstancias Chile se alió a Inglaterra y siempre actuó
en consonancia con los intereses Ingleses sobre la región, en contra de
intereses propios o Sudamericanos, cosa que los pueblos del hemisferio
reconocen y expresan; en cuanta oportunidad tienen.
No
desconocemos, las apetencias inglesas sobre el territorio Antártico ya que próximamente
los países signatarios deberán regresar a confrontar dicho tratado y definir
apetencias territoriales y Malvinas es la llave y cerrojo que dará legitimidad
a esas supuestas apetencias.
Nunca
mejor dicha la frase de Arturo Jaureche; Si malo es el gringo que nos compra, Peor es
el criollo que nos vende.
Es
en este contexto y, desde ésta perspectiva, que debe, y deberá, tratarse en lo sucesivo
la Cuestión Mapuche que, como vemos, lamentablemente no es una cuestión del
Estado de Chile con el pueblo Mapuche.
viernes, 1 de junio de 2018
viernes, 1 de diciembre de 2017
Derechos y obligaciones
Derechos y obligaciones
Los derechos y las
obligaciones deberían tener el mismo peso ante la ley como ante la justicia
popular; sin embargo ésta hace prevalecer los derechos por sobre las
obligaciones; esto generalmente obedece al desconocimiento de las causas,
ocasionalmente principistas, que generan, respaldan o certifican, estas
cuestiones.
Esta circunstancia tan
ligera o mediática se ha puesto en evidencia estos últimos años debido a estas
nuevas herramientas de la informática que permiten exponer o viralizar, como se
usa ahora, un tema puntual en las redes
sociales, y hacerlo con pasmosa rapidez.
Rapidez,
que la mayoría de las veces, atenta con la seriedad, veracidad, con que se
trata la cuestión; ya que la ligereza de exponer una opinión ante un grupo
determinado, atenta contra el análisis profundo del tema.
Este
tratamiento de la información la podemos observar y estudiar detenidamente en
los días que siguieron al caso del ARA. San Juan y el asesinato de un joven
militante de los reclamos mapuche, por parte de las fuerzas estatales de
seguridad.
Ya lo
expresé en otras notas, este es el resultado de la falta de información veraz
por parte de los organismos responsables, en cada caso; esta desinformación
premeditada alimenta la capacidad social de crear sus propias respuestas que se
reproducen en todo aquel canal de comunicación disponible.
No
deberíamos prestarnos al juego perverso de manipulación que este mecanismo
genera, poniendo en marcha el uso que otros intereses pretenden instalar en
nuestra sociedad.
Usar
estas nuevas herramientas, no nos debe hacer perder la perspectiva, la
ecuanimidad y el análisis de lo tratado y proceder al correcto enfoque del
entorno.
Si
una cuestión y su tratamiento, es tan veloz y efímera que no nos otorga tiempo
para profundizar en sus bases o fundamentos; ésta no merece nuestra
preocupación.
Por el
contrario las circunstancias históricas que debieron vivir los pueblos del
continente y como consecuencia sus herederos, que paradójicamente somos todos
nosotros; hace que este tema se convierta, no sólo en una cuestión de
actualidad, sino una cuestión estratégica para los países involucrados.
Así lo
hice saber en “La Cuestión Mapuche” y en la infinita cantidad de notas que este
tema me movilizo a confeccionar desde la década de los ochenta.
Esta
cuestión adquiere importancia estratégica para Argentina por una razón muy
importante, al margen de la cuestión indígena, que contempla y establece sus
derechos ancestrales en pugna con los estados Nación .
Después de la guerra de Malvinas se sumaron los
intereses espurios que hay detrás de los Mapuche y de toda causa conveniente
para los británicos o las políticas al respecto de nuestro vecino país, Chile.
Lamentablemente
debemos reconocer que aquel discurso de la Hermandad Sudamericana tiene tantas
grietas como países la componen; Chile se halla enemistado con Bolivia y Perú,
con quien se enfrentó en un conflicto bélico, conocido como la guerra del
pacífico, Bolivia tiene con Chile el litigio por las fuentes de aguas
territoriales y la salida al mar que el país, hoy mediterráneo está reclamando
esa conexión con el Pacífico que antaño poseía.
Perú se
encuentra enemistado desde siempre con Chile, como dije, y con Ecuador;
mientras Colombia y Venezuela tienen dificultades para convivir en armonía
debido a lo caliente por conflictivas y peligrosas de sus fronteras internas.
Mientras
el gigante Sudamericano Brasil, hace sus propias políticas sin ocuparse por sus
vecinos, sabedor de su poder en el hemisferio.
Las
fluctuaciones políticas, impulsadas desde el norte a través de los infinitos
recursos de que dispone para controlar el hemisferio; no permiten que proyectos
como la Revolución Bolivariana impulsada por el Fallecido Hugo Chaves Frías,
prospere.
La
disolución del proyecto unificador de la UNASUR y el MERCOSUR, unos por muerte,
tal el caso de Néstor Kirchner, como por cuestiones de mandatos políticos, como
José Mujica, de Uruguay; Rafael Correa de Ecuador; Lula da Silva de Brasil;
dieron vía libre a los nuevos aires políticos en el hemisferio.
La
presencia neoliberal en nuestra región es el caldo de cultivo de todos los
males que últimamente comenzaron a gestarse.
La
cuestión planteada por las luchas y reclamos del pueblo Mapuche existen desde
que ellos presentaron batalla a quienes querían someterlos; pueblo que nunca fue oficialmente derrotado o
sometido por el usurpador de sus territorios; fueron empujados arrinconados en
las regiones del sur de ese país.
Si bien
el problema de la tierra siempre existió como una de las cuestiones más
importantes a tener en cuenta a la hora de las negociaciones en la cuestión
indígena de los pueblos aborígenes, mereciendo distintas formas o metodologías
a la hora de reclamar a los Estados Nacionales aportar soluciones; sin embargo
nunca se había llegado a tal virulencia en las acciones de protesta y reclamos.
Acciones
que no son bien vistas, por algunos residentes mapuche, que así lo hicieron
saber a la prensa.
Dichos
reclamos indígenas hoy, son funcionales a los intereses británicos en la
región, razón por la cual reflotaron las alocadas y destempladas apetencias de
un abogado francés, Orellie Antoine de Tounens
que en 1860 convenció a algunos mapuche de crear el Reino de Araucanía y Patagonia
con él como Rey litigaría y llevaría sus reclamos al concierto internacional.
Cuestión
que nunca ocurrió formalmente pero le sirvió a este personaje lograr ingresar
al complejo mundo nobiliario europeo, tan esquivo como anhelado por la burguesía
francesa del siglo XIX.
Reflotar
estas circunstancias, curiosas, llamativas necesariamente deben concatenarce
con la creación en el puerto de Bristol en 1978 una organización compuesta por
miembros mayoritariamente ingleses y un mapuche que se dedicaría
fundamentalmente a recaudar fondos para continuar la lucha del pueblo mapuche.
De esta
organización surge Facundo Jones Huala como vocero mediático de las acciones
que se emprenderían; lejos de ser un terrorista es un funcional activista a los
intereses ingleses y chilenos en la región.
Usted se
preguntará como puede ser funcional a los intereses chilenos e ingleses, y a su
vez a los intereses mapuche.
Muy
simple, llevando el conflicto sobre la tierra al Este de la cordillera.
Chile no reconoce la
Preexistencia de los pueblos aborígenes en su territorio.
Por ésta simple razón,
el “Derecho
Ancestral” válido y esgrimido por los pueblos originarios no puede
llegar a tener validez en ese país pero sí en el nuestro que les reconoce, a
los aborígenes, de su territorio, su preexistencia.
Es por
esta circunstancia que Argentina debe asegurar fehacientemente la preexistencia
de sus grupos aborígenes y no puede aceptar a todos aquellos que se digan
aborígenes Argentinos preexistentes; o que presionen para ser reconocidos como
tales.
Orélie Antoine de
Tounens
jueves, 30 de noviembre de 2017
Cuidado !!
Reconocer la razón y el derecho, no
nos hace ciegos
No confundir, o dejarse engañar
La mediática y tan mencionada RAM,
no es ninguna “Comunidad mapuche”, es una organización
administrativamente Londinence; creada por supuestos seguidores o simpatizantes
de la causa Mapuche y los litigios territoriales que estos tienen con los
estados del Cono Sur.
Su líder operativo y portavoz mediático es Facundo
Jones Huala un jóven de 31 años que en enero próximo pasado fue encarcelado en
Chubut, después de protagonizar una supuesta toma de tierras de Benetton.
“… El que roba a un ladrón tendrá cien
años de perdón”, habrá pensado la justicia ya que en esa oportunidad, no solo
lo dejaron en libertad sino que no aceptaron el pedido de extradición del
gobierno Chileno por actos de terrorismo en ese país.
Ya sabemos … “ Si ladran Sancho … Señal que
cabalgamos”, la justicia Argentina actuó a conciencia; casi siempre que un
Estado descubre, un supuesto terrorista sucede que algún interés económico o
político les está siendo vulnerando y la causa del reclamo ancestral
territorial en ese país es genuina y sólo podrá ser acallada restituyendo o
resarciendo económicamente de común acuerdo, como lo izo EEUU.
Esto que acabo de expresar no habilita a ningún
supuesto representante mapuche a tomar la justicia por su propia mano; ese
sentimiento surge de la declaración de los propios pobladores mapuche del
Maiten al diario La Nación después de los acontecimientos de las pasadas
jornadas protagonizadas por la RAM.( ver a continuación)
En esa oportunidad ( Enero “2017 ) la
Cancillería Argentina, contrariamente a lo realizado, había aconsejado acceder
a ese pedido del gobierno trasandino advirtiendo que dejar a Huala en nuestro
país crearía nuevos conflictos; cuestión que ocurrió en estos días.
Yo mismo por aquellas fechas cursé informes a la
AIRA y entidades indígenas intermedias, y a integrantes del pueblo mapuche
tratando de informarlas sobre lo que estaba sucediendo y cuál sería el peligro
al dejarse llevar el instinto de lucha y razón.
Facundo Jones Huala actúa como un mercenario al
servicio de una causa que lo lleva a utilizar la lucha ancestral del pueblo
mapuche trasandino que las huestes conquistadoras no pudieron doblegar y se
contentaron con arrinconar en la 8ª y 9ª región de Chile.
Esta causa justa de reclamo ancestral en su
territorio, Chile es de sumo interés de quienes apetecen tener más injerencia
en el Cono Sur, me estoy refiriendo a Inglaterra, que en su desmedido
colonialismo, hoy en el siglo XXI, pretende hacer que el problema mapuche
abarque también Argentina dado que se supone que estas tierras les pertenecían.
Sobre la razón de que un reclamo de
propiedad ancestral no prospere en nuestro país obedece como ya expresé a que
el pueblo que hoy ha aceptado llamarse mapuche, (Futatraum o Congreso de San
Martín de los Andes 1961 ) es de origen Chileno; solo comenzaron a
radicarce en nuestro territorio usurpando tierras Tehuelches durante el
transcurso de la primer mitad del siglo XIX mucho después que nuestro país se
independizara de España.
Esta es la razón primordial y fundamental por la
cual el “Derecho Ancestral” no es válido para los Mapuche, cuyos integrantes
radicados en Argentina deberán recurrir al código civil que contempla el
derecho de posesión territorial treintañal para todos aquellos que demuestren
haber permanecido por más de treinta años en una parcela y se reconozcan
ciudadanos Argentinos.
Derechos y obligaciones
Los derechos y las
obligaciones deberían tener el mismo peso ante la ley como ante la justicia
popular; sin embargo ésta hace prevalecer los derechos por sobre las
obligaciones; esto generalmente obedece al desconocimiento de las causas,
ocasionalmente principistas, que generan, respaldan o certifican, estas
cuestiones.
Esta circunstancia tan
ligera o mediática se ha puesto en evidencia estos últimos años debido a estas
nuevas herramientas de la informática que permiten exponer o viralizar, como se
usa ahora, un tema puntual en las redes
sociales, y hacerlo con pasmosa rapidez.
Rapidez,
que la mayoría de las veces, atenta con la seriedad, veracidad, con que se
trata la cuestión; ya que la ligereza de exponer una opinión ante un grupo
determinado, atenta contra el análisis profundo del tema.
Este
tratamiento de la información la podemos observar y estudiar detenidamente en
los días que siguieron al caso del ARA. San Juan y el asesinato de un joven
militante de los reclamos mapuche, por parte de las fuerzas estatales de
seguridad.
Ya lo
expresé en otras notas, este es el resultado de la falta de información veraz
por parte de los organismos responsables, en cada caso; esta desinformación
premeditada alimenta la capacidad social de crear sus propias respuestas que se
reproducen en todo aquel canal de comunicación disponible.
No
deberíamos prestarnos al juego perverso de manipulación que este mecanismo
genera, poniendo en marcha el uso que otros intereses pretenden instalar en
nuestra sociedad.
Usar
estas nuevas herramientas, no nos debe hacer perder la perspectiva, la
ecuanimidad y el análisis de lo tratado y proceder al correcto enfoque del
entorno.
Si
una cuestión y su tratamiento, es tan veloz y efímera que no nos otorga tiempo
para profundizar en sus bases o fundamentos; ésta no merece nuestra
preocupación.
Por el
contrario las circunstancias históricas que debieron vivir los pueblos del
continente y como consecuencia sus herederos, que paradójicamente somos todos
nosotros; hace que este tema se convierta, no sólo en una cuestión de
actualidad, sino una cuestión estratégica para los países involucrados.
Así lo
hice saber en “La Cuestión Mapuche” y en la infinita cantidad de notas que este
tema me movilizo a confeccionar desde la década de los ochenta.
Esta
cuestión adquiere importancia estratégica para Argentina por una razón muy
importante, al margen de la cuestión indígena, que contempla y establece sus
derechos ancestrales en pugna con los estados Nación .
Después de la guerra de Malvinas se sumaron los
intereses espurios que hay detrás de los Mapuche y de toda causa conveniente
para los británicos o las políticas al respecto de nuestro vecino país, Chile.
Lamentablemente
debemos reconocer que aquel discurso de la Hermandad Sudamericana tiene tantas
grietas como países la componen; Chile se halla enemistado con Bolivia y Perú,
con quien se enfrentó en un conflicto bélico, conocido como la guerra del
pacífico, Bolivia tiene con Chile el litigio por las fuentes de aguas
territoriales y la salida al mar que el país, hoy mediterráneo está reclamando
esa conexión con el Pacífico que antaño poseía.
Perú se
encuentra enemistado desde siempre con Chile, como dije, y con Ecuador;
mientras Colombia y Venezuela tienen dificultades para convivir en armonía
debido a lo caliente por conflictivas y peligrosas de sus fronteras internas.
Mientras
el gigante Sudamericano Brasil, hace sus propias políticas sin ocuparse por sus
vecinos, sabedor de su poder en el hemisferio.
Las
fluctuaciones políticas, impulsadas desde el norte a través de los infinitos
recursos de que dispone para controlar el hemisferio; no permiten que proyectos
como la Revolución Bolivariana impulsada por el Fallecido Hugo Chaves Frías,
prospere.
La
disolución del proyecto unificador de la UNASUR y el MERCOSUR, unos por muerte,
tal el caso de Néstor Kirchner, como por cuestiones de mandatos políticos, como
José Mujica, de Uruguay; Rafael Correa de Ecuador; Lula da Silva de Brasil;
dieron vía libre a los nuevos aires políticos en el hemisferio.
La
presencia neoliberal en nuestra región es el caldo de cultivo de todos los
males que últimamente comenzaron a gestarse.
La
cuestión planteada por las luchas y reclamos del pueblo Mapuche existen desde
que ellos presentaron batalla a quienes querían someterlos; pueblo que nunca fue oficialmente derrotado o
sometido por el usurpador de sus territorios; fueron empujados arrinconados en
las regiones del sur de ese país.
Si bien
el problema de la tierra siempre existió como una de las cuestiones más
importantes a tener en cuenta a la hora de las negociaciones en la cuestión
indígena de los pueblos aborígenes, mereciendo distintas formas o metodologías
a la hora de reclamar a los Estados Nacionales aportar soluciones; sin embargo
nunca se había llegado a tal virulencia en las acciones de protesta y reclamos.
Acciones
que no son bien vistas, por algunos residentes mapuche, que así lo hicieron
saber a la prensa.
Dichos
reclamos indígenas hoy, son funcionales a los intereses británicos en la
región, razón por la cual reflotaron las alocadas y destempladas apetencias de
un abogado francés, Orellie Antoine de Tounens
que en 1860 convenció a algunos mapuche de crear el Reino de Araucanía y Patagonia
con él como Rey litigaría y llevaría sus reclamos al concierto internacional.
Cuestión
que nunca ocurrió formalmente pero le sirvió a este personaje lograr ingresar
al complejo mundo nobiliario europeo, tan esquivo como anhelado por la burguesía
francesa del siglo XIX.
Reflotar
estas circunstancias, curiosas, llamativas necesariamente deben concatenarce
con la creación en el puerto de Bristol en 1978 una organización compuesta por
miembros mayoritariamente ingleses y un mapuche que se dedicaría
fundamentalmente a recaudar fondos para continuar la lucha del pueblo mapuche.
De esta
organización surge Facundo Jones Huala como vocero mediático de las acciones
que se emprenderían; lejos de ser un terrorista es un funcional activista a los
intereses ingleses y chilenos en la región.
Usted se
preguntará como puede ser funcional a los intereses chilenos e ingleses, y a su
vez a los intereses mapuche.
Muy
simple, llevando el conflicto sobre la tierra al Este de la cordillera.
Chile no
reconoce la Preexistencia de los pueblos aborígenes en su territorio.
Por ésta
simple razón, el “Derecho Ancestral” válido y esgrimido por los pueblos originarios
no puede llegar a tener validez en ese país pero sí en el nuestro que les
reconoce, a los aborígenes, de su territorio, su preexistencia.
Es por
esta circunstancia que Argentina debe asegurar fehaciente-mente la preexistencia
de sus grupos aborígenes y no puede aceptar a todos aquellos que se digan
aborígenes Argentinos preexistentes; o que presionen para ser reconocidos como
tales.
sábado, 30 de septiembre de 2017
Resistencia
Zulma Sanagachi, de la comunidad qom Potae Napocna Navogoh, sigue buscando a su hijo Marcelino Olaire. Cheli, como le dicen los amigos y familiares, desapareció en noviembre del 2016 del Hospital Eva Perón de Formosa. Lo dejó internado por un problema de salud y a la fecha no sabe que paso con él. Por favor, DIFUNDIR!
En estos tiempos mediáticos
que se ha viralizado la aparición del joven Santiago Maldonado, siento una gran
desazón al comprobar lo moldeable que
somos los seres humanos.
En nuestro
país desaparecen jóvenes de ambos sexos, desde que yo tengo memoria, en
particular en la región del NOA o Mesopotamia, en manos gubernamentales, de las
fuerzas de “Seguridad” o de civiles; pero como son de condición humilde o
pertenecen a grupos aborígenes no trascienden y la sociedad los ignoran.
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