Estimados
hermanos de CONAIE, de mi mayor consideración: estoy en su listado por ser
asesor, desde hace cuarenta años de la
Asociacion Indígena de la República Argentina, AIRA; ahora, a mi pedido mantengo mi estatus de consultor, ya que
debido a la edad, deje la militancia para los más jóvenes.
Debemos
reconocer que el movimiento indianista indoamericano se encuentra en una encrucijada
similar a la que movilizó en 1980 el congreso de Ollantaytambo; tenemos
gobiernos de marcados modelos populares, nosotros ahora acabamos de perderlo en
manos del neo-liberalismo y sin embargo tuvimos los mismos problemas en nuestro
país.
Parecería
que la causa indianista no entrará jamás en la apretada agenda de estos
gobiernos marionetas que quieren hacerse ver como populares.
La
familia de Néstor Kirchner, ya antes de ser elegidos para administrar mi país,
había expresado al presidente de nuestra institución madre la AIRA, que
presidía y aún preside mi querido amigo, Diaguito-calchaquí, Rogelio Guanuco, aquella frase que decía que: “Los únicos indios que hay en este país son
los que bajaron de los barcos”.
Mostrando
un total desprecio y desentendimiento de la causa indígena; como lo demostraron
durante toda su gestión, manipulando, desde las organizaciones del Estado como
el INAI, y articulando con indígenas
blandos, la gestión, manteniendo el “no innovar” en manos de Alicia Kirchner en
la Secretaría de Bienestar Social, hermana de Néstor, durante la gestión de
Néstor y después de Cristina.
Situación
y circunstancia que motivaron arduas e infructuosas gestiones y una demanda por
parte de la AIRA-Rogelio Guanuco/Estado Nacional, con fallo favorable de la
suprema Corte, fallo desoído por los Kichner.
Tanto
Correa como Cristina Kirchner dirigen modelos de inclusión y una mayor tendencia hacia la “Patria grande” que
a ser consecuentes con los intereses foráneos, a nuestras sociedades les
interesan estos modelos de inclusión, de corte populista quizás, donde el
derrame se produzca, hacia los más desposeídos, y no lo contrario.
Con el afloramiento del Comandante Hugo
Chaves Frias se abrió en el hemisferio una suerte de impulso que germinó en un mosaico
de posibilidades que se fue consolidando en los distintos países de la región
Uruguay del “Pepe Mujica”, ustedes con Rafael Correa parecía que la hermandad
latinoamericana podía dejar de ser una utopía; por desgracia el tiempo corre en
ambos sentidos, en el Mercosur y el Parlasur, el tiempo de consolidación de las
instituciones y las políticas que no llegaron a concretarse por la muerte de
sus gestores, comenzó el debilitamiento de las políticas regionales.
Si uno fuera mal pensado diría que estas
muertes fueron funcionales a un nuevo sistema político en la región que comenzó
acallando primero las voces disidentes y luego implementar un nuevo orden
político.
Kirchner falleció y el Mercosur perdió
su mentor, después falleció Chaves; Mujica termina su mandato y se retira y el
único que queda Rafael Correa es una vos fuerte pero muy joven en el tablero
político, por eso la necesidad de acercarse Cristina y Correa.
Creo,
sin temor a equivocarme que la causa indianista, afianzada con las luchas de
los ochenta y noventa, donde nos encontró el siglo XXI; se encuentra en una
situación de franco proceso de “agiornamiento” (Se encuentra acomodándose a las
circunstancias institucionales a las nuevas políticas o tendencias del
hemisferio) que indudablemente no podemos ignorar.
Entiendo
que debemos buscar, desde nuestras bases indígenas-políticas, la forma de
articular, en conjunto con nuestras respectivas sociedades globales, una forma
de dejar atrás el indigenismo y trabajar por un compromiso mancomunado para
ejercer el poder político en nuestros respectivos países y poder articular la
base de la filosofía indianista: “Políticas
de Estado, desde los indígenas para los indígenas”.
Argentina se encuentra en este momento
repudiando al gobierno neoliberal de Macri y trabajando por el regreso de
Cristina, los intereses de la sociedad global, en mi país, están puestos en
recuperar lo perdido difícilmente encontraríamos un grupo humano permeable a
los intereses indianistas en estos momentos.
Hermanos,
les digo que entiendo vuestra preocupación, que a nosotros nos tocó hace unos
cuantos meses, vivimos estas circunstancias que Rogelio Guanuco supo pilotear como un piloto de tormentas tratando,
en la diplomacia, burocrática de los
despachos, no perder lo recuperado.
Pienso
que el futuro de la causa indianista estará atada de pies y manos con la visión
política de las nuevas generaciones ya terminó la búsqueda de soluciones a
través de lo que los Estados Nación proyectan para los indígenas y sus
programas de apoyo, basta ya desde 1980 hemos luchado por abrir conciencias es
hora de poner en práctica todo lo que nos han enseñado y hemos aprendido.
Que
impide a los aborígenes consolidar una fuerza política como en Bolivia, que
otorgue la administración a uno de los suyos y ejerza el control de la gestión
en cada país, almas consustanciadas con la causa sobran, o sea votos; basta de
pedir por favor a los políticos.
Se, que es difícil no tener cuadros
dispuestos para asumir el compromiso político que las circunstancias demanden,
pero nadie está preparado para crecer e igual se crece.
Esta
situación ya la viví por los años noventa con grupos provinciales de Salta, en
el norte de mi país, el Chaco eligió un diputado y un senador Mendoza y Nieves
Ramírez pero los absorbió e sistema, el esfuerzo y la oportunidad se perdieron.
Como ocurrió en Ollantaytambo en 1980
cuando Reinaga solto aquello de: “Con la palabra indio nos sometieron y hoy
con la palabra indio nos liberaremos” hasta ese momento ser indio había
resultado vergonzoso, una carga y a partir de ese momento todos indios y no
indios comenzamos a ver con orgullo y profundo sentido de pertenencia la
palabra Indio.
Hermanos, tengo corridas 73 primaveras,
no sé que me tendrá dispuesto el creador sólo puedo decirles que les deseo lo
mejor, esta nota es a título personal, una copia de ella será remitida a la
AIRA.
Necochea, 29 de Septiembre de 2016.
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