Homenaje.
En sí mismo, en un contexto o connotación diferente,
este hecho hubiera sido recibido con enorme beneplácito por quien esto escribe
y por infinidad de amigos consustanciados con la causa indígena, quienes saben
de la valía y reconocen en Eulogio Frites a uno de los referentes de los
derechos y rescate de su identidad y su participación en la vida política Argentina, latinoamericana y mundial
de la segunda mitad del siglo pasado.
Su participación en los foros nacionales o
internacionales donde se expusiera la causa indígena, la creación, con otros
dirigentes indígenas, de la AIRA,
institución señera que representa a los pueblos indígenas del territorio, hoy
precedida por Rogelio Guanuco, un compañero de las primeras luchas, dirigente
indígena de grupo Diaguita–Calchaquí, fue de relevancia tal que le sirvió el
reconocimiento de la sociedad.Lejos, muy lejos de intentar desvirtuar este reconocimiento, es mi intención desmitificar la verdadera razón o motivación para, el momento, en que este reconocimiento justo, se hace inoportuno, extemporáneo y oportunista y se convierte en una artera hipocresía.
Me agradaría que mi amigo no se viera arrastrado por el afán de los oportunistas de siempre, mezclado con una mascarada, quizás bien intencionada, pero desprovista de toda objetividad con respecto al estado actual de relación que los pueblos aborígenes tienen con el sistema.
En este contexto y en privado, como es mi costumbre, a través de su sitio en Face. Y el de su hijo, le entregué una nota dirigida a Eulogio, compartiendo mis razones y preocupación por lo extemporáneo de este reconocimiento, justo sí, pero impropio, ante la realidad de las relaciones, que esta administración tiene con los pueblos indígenas.
Ante esa realidad solicito a mi amigo que la Pachamama lo guíe y actúe en consecuencia.
Siendo las 17 horas del día 16 y pasado varias horas del homenaje en cuestión quedo liberado para no haber obnubilado u entorpecido el justo y sentido homenaje a estos dos luchadores, exponiendo mis razones para actuar en consecuencia y hacer pública mi oposición a un homenaje que aunque justo y merecedor, como dije es extemporáneo, oportunista e hipócrita teniendo en cuenta la realidad de esta administración con la causa indígena.
ENCUENTRO ORGANIZADO EN NUESTRA CIUDAD.
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