La
verdad sobre la Supuesta “Bandera”
Muchos siglos han pasado, se
sumaron años de sangre y oprobio, los extranjeros se instalaron, hipócritamente
se integraron, nos usaron y continuaron engañando para consolidar su supuesta
supremacía.
No
es extraño que los pueblos del continente continúen sus luchas o enfrentamiento
contra el “Opresor Extranjero”; tal como lo vienen haciendo, desde aquellos
días de Octubre de 1492.
Los
pueblos naturales son introducidos en un mundo nuevo que no pidieron y que
rechazan por sustentar una identidad que no les es propia.
Los
opresores lo saben y buscan consolidar la sumisión a través de formas más
sutiles de liderazgo subliminal, otorgar supuestos factores propios que los
guíen en sus luchas, es una de las formas.
Aquello
que une, o contribuye a formar identidad suele y puede servir para fomentar la
división entre los pueblos, con falsos “Nacionalismos”, enfermedad muy
Occidental.
Podemos
decir sin temor a equivocarnos que los pueblos indígenas antes de la
introducción de los europeos no tenían por costumbre usar “Banderas” en sus
manifestaciones oficiales o populares. Si bien la winhpala es atribuida por
nuevos historiadores a los pueblos andinos de Sudamérica.
El resto de cronistas señalan que el ejército
imperial inca junto al emperador utilizaba el unancha (‘estandarte’, no bandera). Pero este estandarte no tiene nada
que ver con la wiphala aimara.
Si
bien se supone, ya que no existen registros histórico o arqueológicos que avalen su existencia
antes de la Conquista, que esta forma cuadrangular es atribuida a los Pueblos
Aimara- Quechuas que pertenecieron originalmente al Collasuyo.
Los
pueblos originarios, hoy han adoptado, expresamente, este emblema pero deben
saber que, no les es propio, a todos los pueblos naturales del Continente.
Las
evidencias son abrumadoras y la verdad es aleccionadora, la wiphala no es un
invento europeo, su uso e implementación en estas tierras sí lo
es.
En mis
correrías de juventud no pude hallar ninguna referencia explícita a una
“Bandera que ondeara al viento” en las miles y miles de representaciones
artísticas, de todo tipo que tuve la oportunidad de apreciar en Museos o sitios
arqueológicos que visité; otras
expresiones que podemos hallar indagando, corroboran mis observaciones.
Alguna
búsqueda en nuestra época nos dejan ver muy pocas menciones sobre el particular
de neta factura posterior al s. XV o relacionada con el pueblo Aymara- Quechua.
Referencias
Los
indígenas usaban Pendones, Estandartes, Como lo atestigua la descripción de
Charles Darwin en “Viaje de un naturalista” cuando se refiere a su paso por las
tolderías cercanas a Carmen de Patagones, relata su experiencia en su viaje
hacia la Bahía Blanca, después de
abandonar el campamento (de Rosas que se hallaba en campaña con su vivac, (Campamento
militar), cerca del Río Colorado, donde Darwin fue invitado ya que Rosas quería
conocer al inglés viajero) Partiendo hacia Bahía Blanca, cruza las tolderías de
los indios que se hallaban en las inmediaciones:
(11
de agosto de 1833) “… Esas chozas, redondas como hornos, están cubiertas de pieles; A
la entrada de cada una de ellas hay un chuzo clavado en tierra. Los toldos están divididos en grupos
separados, que pertenecen a las tribus de los diferentes cacique; estos grupos
se subdividen, a su vez, en grupos más pequeños, según el grado de parentesco
de los poseedores.”(Pág.
40)
El
cúmulo de cosas que se le presentaba ante sus ojos fue tal que el naturalista,
observador, como era, fue incapaz de percibir la funcionalidad u objetivo de
aquello que destaca en su observación: (en negrita arriba) y que él estaba
acostumbrado a observar en sus tierras, los escudos y blasones que a las
entradas de casas y castillos identificaban a sus moradores.
Otras
referencias
Los indígenas
utilizaban pendones de colores en manojos con plumas de Ñandú para sus chuzas
como identificación de pertenencia a una tribu, parcialidad o familia, marcando
su linaje dentro del círculo del Lonco de loncos (Jefe de jefes) que los
agrupara.
“
… El guión, o “Estandarte real”, era
una banderilla cuadrada y pequeña, de diez o doce palmos de ruedo, hecha de
lienzo de algodón o de lana. Iba puesta en el remate de un asta larga, sin que
ondease al aire, tendida y tiesa, y en ella pintaba cada rey sus armas y
divisas, porque cada uno las escogía diferentes, aunque las generales de los
incas eran el arco celeste y dos culebras tendidas a lo largo paralelas con la
borda que le servía de corona, a las cuales solía añadir por divisa y blasón
cada rey las que le parecía, como un león, un águila y otras figuras. El dicho
estandarte tenía por borla ciertas plumas coloradas y largas puestas a trechos.
Bernabé Cobo, Historia del Nuevo Mundo (1609)
“ … Su patrón cuadrado es inusual en la estética
aborigen. El arte textil chancay
no posee la cromaticidad de la wiphala ni se reporta tal objeto en ningún museo
peruano.”
“…
Los pueblos precolombinos de
la cordillera
de los Andes no
carecían de símbolos propios (especialmente los de tradición estatal, como el Imperio incaico),
pero el formato de «pendón cuadrilátero de tela» para ondear al viento no es
una tradición americana sino indoeuropea.”