domingo, 10 de marzo de 2013

Carta Abierta

A los jóvenes y no tan jóvenes

     Hoy, creo que ha llegado el momento de escribir esta nota para nosotros mismos, para nuestros jóvenes, durante casi cuarenta años escribí para la gente, simpatizantes de la causa indígena, quizás para motivarlos o brindarles un pequeño grano de arena que contribuyera a consolidar este camino que, entre todos, hemos emprendido.
     El otro día escuche y miré a un joven indígena expresarse sobre la causa y decir que no sabía cómo o porqué la causa indígena había regresado en los últimos años.
     Escuchar esto me indignó, dicho por un aborigen y en un medio masivo es un tema alarmante ya que transmite un desconocimiento de la causa y sus orígenes que, mal o bien, como indígena no puede desconocer.
     En segundo lugar me molesté con los productores del canal “Encuentro” ya que se supone que para entrevistar a una persona o mostrar una causa hay que saber para no contribuir a la confusión generalizada.
     El indígena entrevistado se decía Mapuche y durante toda la entrevista hablaba como si su lugar de origen fuera Argentina, en ningún momento fue confrontado por los conductores ni el joven mapuche modificó o aclaró su posición.
     Loable, por cierto, para los Mapuche, pero muy alejada de la realidad indígena Argentina. (Cada país tiene su característica de acuerdo a la política implementada con respecto al aborígen.) 
     Anécdotas como esta se suman diariamente y ya no tengo herramientas ni fuerzas para salirle al cruce, combatirlas y apuntalar a los desinformados para que involuntariamente, no cometan errores.
     Sucede que las acciones de los hombres están teñidas de falsos objetivos y aviesas intereses, muchas veces esas actos perjudican a la causa indígena, en su conjunto por defender intereses sectoriales.
     La CAUSA INDÍGENA de los Pueblos de Abya Yala, es la causa de todos los desposeídos del Continente que no se puede disociar.
     El concepto moderno del derecho legal (Derecho Romano) y las bases y estructuras administrativas creadas en la América Latina posterior a la Conquista, la cultura de Occidente, rige nuestros actos y hechos administrativos.
     Debemos, en nuestra lucha aceptar y acatar las reglas del juego, leyes y normas que regulan nuestra sociedad, de lo contrario, uno se convierte en un renegado o un delincuente; puede exigir sus derechos si puede demostrar que respeta los del otro.
     La historia profunda y reciente está plagada de violación de los derechos de los aborígenes por parte de la sociedad aprovechada, principalmente en Chaco y en el NOA, hay sobradas pruebas de ello.
     Son esas constantes violaciones las que nos sirven de respaldo para nuestros reclamos ya que ante los hechos consumados deberemos actuar en consecuencia.
     Por ejemplo una de las pautas fundamentales de los pueblos Indígenas es no renegar nunca de su IDENTIDAD, de pertenencia a un Pueblo una Nación Etnica reconocer y aceptar que en el Occidente Cristiano se nos impuso una cultura, que no necesariamente nos obliga a abandonar la nuestra, se nos impuso una frontera, una Nacionalidad Administrativa, que nos hace pertenecer a un grupo humano aceptado por todas las otras naciones del mundo y se rige, como dije, por el derecho Romano.
     Nuestra lucha es la inclusión, la incorporación en la sociedad que nos imponen, con el mismo grado de posibilidades y ejerciendo las libertades individuales y colectivas.
     Hasta 1984 la Constitución Argentina sintetizaba el pensamiento de la Sociedad Argentina y lo expresaba en el Art.67 inc.15 de las atribuciones del Congreso Nacional que fuera modificado luego en el Paraná, Santa Fe en 1994.
     La Causa indígena renace en Argentina como reflejo de la constancia de los pueblos indígenas, de sus dirigentes que supieron captar el momento para difundir su mensaje; nuestra militancia en la Causa Indígena de Sudamérica como respuesta a la militancia y a las urgencias planteadas, se organiza en 1980 a instancias de la Asociación Indígena de la República Argentina, AIRA y el Consejo Indio de Sudamérica, CISA como organizador el Congreso de Ollantaytambo que, a partir de ese momento, se convierte en un hito de la causa india.
     Allí, el dirigente indígena y amauta Fausto Reinaga pronuncia un encendido discurso arengando a los jóvenes, entre los que me encontraba, como observador, e imprimiendo en los delegados presentes una conciencia, ausente hasta ese instante, su llamamiento fue un llamado de atención y un grito de libertad que se expandió por todo el Continente y que a partir de ese momento impulsó a los jóvenes.
     “Debemos estar orgullosos de ser indios, que nos llamen indio, con la palabra indio nos Conquistaron con la palabra indio, hoy nos liberaremos”.
     La militancia política partidista que se desató a fines de la década de los setenta y primeros años de los ochenta, la decadencia del proceso militar en Argentina y en toda América Latina potenciaron estas acciones, los partidos políticos ya comenzaban hablar de elecciones.
     Nuestras juventudes políticas habían pasado una experiencia nefasta y muchos jóvenes idealistas habían desaparecido, ahora la política estaba en manos de los veteranos políticos y sus estructuras partidarias, el ideal de un país mejor había quedado atrás y en la memoria activa de la sociedad.
     Nosotros, menos idealista, menos políticos estábamos comprometidos con la “Causa Indianista” que había lanzado Fausto Reinaga luchando por una identidad indígena para los indígenas, queríamos un trozo de la torta, para eso debíamos aprender a hornear y a cortar el pastel.
     Fue en ese momento que se refleja una necesidad de existir por una identidad nacional después de los oscuros años del Proceso.
      Junto a la militancia política comienzan a surgir los reclamos sectoriales, la Causa Indígena es una de ellas.
     Los dirigentes indígenas en Buenos Aires agrupados en la AIRA vieron la oportunidad de estar presente en toda esa efervescencia generada por esa apertura que se gestó en un real antagonismo al oscurantismo del proceso.
     Se organizaron encuentros, jornadas, seminarios, congresos allí donde hubiera un lugar y unos interesados por hacerlo, explicando a la sociedad la causa indígena y cuales eran sus puntos más sobresalientes.
     Se llevaron a cabo seminarios de "filosofía indianista", explicábamos que estábamos contra las políticas “indigenistas” por considerarlas paternalistas, (Habían cumplido su rol a finales del siglo XIX y principios del XX para convertirse en herramienta de dominación, en manos de los Estados Nación.) como contraposición proponíamos políticas “Indianistas” gestadas, elaboradas y ejecutadas por los propios Indígenas (Sabíamos que este era un plan a largo plazo para lograr formar los cuadros políticos que trabajarían en sus propias ideas y propuestas.)
     Aquellos jóvenes indígenas que habían accedido a estudiar y que habían luchado por igualar sus posibilidades nos demostraban que sí era posible; en los cuadros indígenas había ingenieros, abogados, Contadores trabajando por la causa.
Cuando El Radicalismo, El partido más orgánicamente consolidado del país y el segundo en aceptación ya que el primero era y es el justicialismo.
     Creado por Juan Domingo Perón en la década de los cuarenta como Partido Laborista, después denominado Peronista y finalmente el propio Perón lo identificó como un Movimiento de masas cuya doctrina es la “justicia social” y lo llamo “Movimiento Justicialista” desde entonces fue primero en el sentir popular pero nunca fue aceptado por los militares, sus cuadros juveniles, y el peronismo mismo, sufrieron bajas enormes con este militarismo que se organizó sistemática y concientemente para eliminar del Continente una generación, porque no dos, de militantes.
     Nosotros no teníamos pasta de héroes, nuestro compromiso estaba en intentar modificar algunas cosas, posibles con mucha fe y trabajo, fuimos perseverantes.
     Raúl Ricardo Alfonsín, radical, oriundo de Chascomus, Provincia de Buenos Aires se destacó como un líder popular, aunque no lo era, sin embargo después de imponerse con el 53% de los sufragios se elevó en el gusto y la aceptación de la gente, potable aún para los peronistas que se conformaban con salir del proceso e ingresar en una nueva etapa democrática, donde si se lo proponían y hacían las cosas bien, podrían aspirar a llegar, ahora a los radicales les tocaría responder a las expectativas de la sociedad, al 53% que sí y al resto que no; debiendo desarticular y esclarecer lo ocurrido en el país, cerrar y lavar heridas, condenar a los culpables y tender en el país un manto esperanza que la sociedad pedía sin saberlo.
     La verdad, hoy a la distancia puedo verlo y aún no lo creo, Alfonsín, lo logró, promulgó las Leyes de “Obediencia debida” “Punto final” promovió y realizo el “Juicio a los Comandantes” e implementó un política de derechos humanos que permitió crecer y afianzarse a organizaciones como “Madres de Plaza de Mayo”, “Abuelas de Plaza de Mayo” e infinidad de organizaciones intermedias de desaparecidos, aún con el constante antagonismo de quienes no veían en el radicalismo la fuerza que sacaría adelante el país.
     Por ese entonces la militancia en la causa indígena se agigantó y prácticamente vivía full time para ella, con los consabidos deterioros de mis relaciones familiares, maritales y laborales.
     Por entonces el Senador Fernando de la Rúa tiene la feliz idea de desempolvar un viejo proyecto de una ley Indígena que el Dr. Illia no había podido concretar cuando sobrevino el golpe del General Juan Carlos Onganía
     De la Rúa quizás atraído por la posibilidad de captar al movimiento indígena para sí, alentado por dirigentes indígenas de peso como el Abogado de origen Coya, Eulogio Frites, en esa época presidente de la AIRA, que se hallaba trabajando con el senador.
     Cuando me entero de tamaña aventura, nosotros no podíamos aceptar que desde los escritorios de la Capital se orquestara todo para hacer una ley paternalista, y fundamentalmente inconsulta que sus supuestos beneficiarios, no conocían.
     Inmediatamente cursé una carta Documento solicitando al Congreso de la Nación y al propio Senador solicitándole “no Innovar” tomarse el tiempo suficiente para consultar a otras organizaciones indígenas u especialistas para que presenten otros anteproyectos y se consulte a las bases y otros interesados sobre la viabilidad de lo expuesto, y por sobre todo intentar no volver a legislar desde los escritorios de Buenos Aires.
     En ese preciso momento se inició la carrera en contra de los intereses ocultos, aquellos que sin decirlo abiertamente, se encuentran enquistados en la sociedad desde siempre como un viejo y arcaico temor que no sabemos a que obedece ni a quien responde.
     Eulogio (Frites) que ya estaba comprometido me convoca para que fuera yo quién me encargara de elaborar un anteproyecto para el AIRA acepté con la condición de convocar para trabajar conmigo durante el tiempo que durara la concreción del anteproyecto a un jurista.
     Se aceptaron esas condiciones, convoque a un abogado que en ese entonces colaboraba con la causa el Dr, Ruiz Días y nos pusimos a trabajar en la sede del AIRA.
     Corríamos contra reloj, mi apresuramiento de enviar la carta Documento había acortado los tiempos legales para frenar cualquier presentación y debíamos tener las propuestas nuestras.
     Tres días, después de intenso trabajos y consultas con los dirigentes que periódicamente, día tras día, concurrían a la AIRA presentamos un proyecto a la dirección de la institución.
     Eulogio cuestionó algunas cuestiones de derecho laboral y sobre la libertad de creencias, aduciendo que el Senador lo tenía en cuenta y modificaría; apenado por ver que los intereses primaban sobre el sentido común, solicité a Eulogio la libertad de presentar con la Fundación que Presidía y había fundado con mi esposa, Fundación Argentina Alexis Carrel, FUNDAAC, nuestro anteproyecto, debía solicitar una autorización, cuestiones éticas ya que no ser indígena lo exigía.
       Días después, como estaba previsto, presenté el Anteproyecto Carrel que se compatibilizó con los otros dos presentados, el de la AIRA y el del Senador.
      En reuniones en una sala del Congreso Nacional se llevaron adelante las reuniones de trabajo para estudiar los anteproyectos presentados por mesa de entradas.
     Teníamos que aprobar un anteproyecto, partiendo de la base de los tres que se tenían para trabajar y una vez aprobado hacer que el Congreso Nacional organizara sendos congresos en las regiones con mayor población indígena para su estudio realizar enmiendas al texto original y proponer el definitivo.
     Como se acortaban los plazos y De la Rúa no había realizado la gestión para concretar la consulta convoque a los indígenas de los Valles Calchaquíes para que se encargaran de convocar a un congreso para estudiar los anteproyectos y la propuesta presentada que yo les haría llegar.
     Lo mismo pude hacer en el Sur, para ser más preciso en el Bolsón, donde viajó, por cuestiones personales una colaboradora nuestra, Elba Reus de Pascutti; Ella ofició de corresponsal nuestra y explicó los alcances de nuestra propuesta y de la otras posibilidades, a un congreso reunido, allí para tal fin.
     De ambos congresos, al finalizar las deliberaciones se emitieron conclusiones en los que los concurrentes proponían, según su criterio los pasos a seguir al Congreso nacional, tengo copias de ambas propuestas.
      Con estas propuestas actuamos en consecuencia en lo actuado en el Congreso durante el tiempo que nos llevó informar a los legisladores de lo que habíamos realizado y cuales habían sido los resultados.
      Simplemente para quién quiera conocer la verdad sobre lo acontecido entonces, sin partidismos, o intereses sectoriales, que no sean los de la Causa Indígena, les bastará ver los archivos personales o el “Apéndice” del libro “500 años después ... La otra historia”.
      Ya tengo muchos años, para mi gusto, no es bueno entrar en esta etapa de la vida en que comienza a quitarnos afectos y a endilgarnos pesares; aún cuando actuemos con serenidad y sobriedad, nos queda un gusto amargo con aquellos acontecimientos que se suceden sin poderlo remediar, simplemente como si contempláramos calladamente, resignadamente el pasar de los años.
     Creo que no logramos hacer lo que nos proponíamos en cambio sí creo que hicimos aquello para lo que estábamos destinados, despertarnos del letargo en el que nos había colocado la historia y estaba la Causa Indígena, continuando una tarea de militancia que los jóvenes deberán seguir.
     Me resisto a ello, sin embargo tengo clara la situación, los luchadores que ya se fueron no regresarán, los que aún estamos lo hacemos, lentamente, sólo resta que los jóvenes tomen la posta y continúen.
     Les haría falta un “Ollantaytambo”, un Fausto Reinaga pero el cuño del cual surgieron esos hombres se quedó en su época, cuño que sirvió en los ochenta para motorizarnos a Diego Lanusse “Condorcanqui” Fausto Durán, Martín Corimayo, Eulogio Frites, Augusto Ramallo, Rogelio Huanuco, actual presidente de la AIRA y tantos viejos luchadores y a los anónimos indígenas que acompañaron cada acto, cada movilización, a las mujeres indígenas que estuvieron siempre en primera fila de cuanta marcha o movimiento se realizara, se que me olvido de la mayoría, a todos ellos mi reconocimiento.
      Los jóvenes son quienes deberán demostrar que nuestro camino puede transitarse, que nuestro humilde tarea no fue inútil.

jueves, 11 de octubre de 2012

Un fraternal abrazo

11de Octubre de 2012

Nuestras utopías e ideas de libertad
jamás podrán quitárnoslas

Carta Abierta a mis conciudadanos
Conmemorando el último día de libertad de los indoamericanos


La vida por la tierra...


520 años después


520 años del mayor genocidio, en la joven historia de nuestro continente, se vuelven a cometer asesinatos para apropiarse de la tierra, quitándosela a su dueño ancestral o a quién vivió allí desde siempre sin preocuparse por tener un título "formal" de propiedad, tal como se estila en la sociedad.

A pocos días de las palabras del relator especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU el ciudadano Estadounidense, descendiente de indígenas "Apache", James Anaya haciendo un llamado de atención a nuestro país por permitir la "... existencia todavía de legados de la época de la colonización y la historia de exclusión de los pueblos indígenas..." Estas palabras de Anaya respondían al permanente reclamo ante las NU de la AIRA (Asociación Indígena de la Republica Argentina) y de otras organizaciones intermedias representativas de los indígenas de nuestro país, el CMPI (Consejo Mundial de Pueblos Indios, con sede en Canadá) e infinidad de instituciones defensoras de los derechos humanos, civiles y constitucionales de América del Sur que claman por que algún organismo o institución llame la atención al Gobierno Argentino para que asuma el rol de “Máxima Autoridad” del país y detenga los constantes atropellos que se cometen, con total impunidad, contra comunidades o integrantes de grupos aborígenes en territorio argentino.
Alguien debe hacer algo por restablecer el orden en este tema, orden largamente reclamado por los propios damnificados y sus organizaciones.
Cuesta creer que las autoridades no reaccionaran meses atrás ante sus reclamos a las puertas de la propia Casa de Gobierno o recientemente ante el asesinato de Miguel Galván.
Para las Organizaciones Indígenas que repudian la inacción de las autoridades en el tema de tierras que se ha convertido en un constante expolio a los ancestrales derechos argumentados, con razón por los actuales descendientes aborígenes esta actitud asumida por las autoridades Nacionales Y Provinciales desconociendo totalmente la existencia de los pueblos indígenas y los derechos adquiridos ancestralmente.
El día 11 de Octubre es conmemorado por los pueblos indígenas como el último día de libertad , fue constituido por la AIRA Asociación Indígena de la Republica Argentina, en la convocatoria que realizara el Ministro de Bienestar Social de la Nación Dr. Luis R. Acuña, donde surgió la “comisión de “Juntemos todas las manos” de apoyo a las Comunidades del año 1984.

viernes, 24 de febrero de 2012

Carta abierta

Sra. Presidente, Cristina Fernández de Kirchner. Sra. Alicia Kirchner

Ante las denuncias planteadas formalmente por la AIRA, que oportunamente fueren avaladas por el diputado Nacional Eduardo Amadeo y presentadas en la cámara baja, donde permanece sin el debido tratamiento legislativo.
El firmante considera necesario dar a conocer a la opinión pública, en su calidad de consultor externo de la AIRA, institución señera en el tratamiento de la causa atinente a los pueblos indígenas del hemisferio y en particular de nuestro país, Argentina, su parecer ante lo actuado por el estado nacional desde 1990 en adelante, en forma “Inconsulta”, unilateral y inconstitucional toda ves que lo actuado se desarrolla con “supuestas actuaciones legales” en el marco de “supuestas instituciones” marcadamente inconstitucionales, como lo es el INAI, actuaciones que obedecen a una bien definida aspiración de controlar el movimiento indígena, minimizar y desarticular su fuerza ancestral, su identidad y sus justos reclamos.
El INAI surge del espíritu de la ley 23.302 pero su estructura y organización se modificó excluyendo a los representantes de los (14) catorce grupos étnicos existentes en el país.
Estos representantes, oportunamente elegidos por las respectivas nacionalidades indígenas, deberían ser quienes condujeran el INAI, asesorados por los respectivos representantes de los diferentes departamentos del Ejecutivo Nacional.
El Ejecutivo Nacional debería haber contribuido a esta elección de los representantes y no digitarlos para actuar en el invento del “Consejo de Participación Indígena” CPI apelando a la necesidad de las comunidades y de los representantes indígenas del interior.
De los tres anteproyectos que dieron origen a la ley 23.302 dos de ellos fueron redactados y puestos a consideración de los pueblos indígenas en congresos de los valles Calchaquíes y el Bolsón respectivamente por quién esto firma y en su calidad de asesor del Diputado Augusto Comte, parte activa en el tratamiento y aprobación de la ley.
La figura jurídica del actual INAI es una burla al espíritu de la ley y una burda mascarada de una institución que debería ser gestionada por los verdaderos beneficiarios de ella y no por el Estado nacional en contubernio con indígenas pagados puestos a dedo para respaldar actos inconsultos, tal como sucede en la Prov. de Chaco con el IDACH.
Existe en los grupos humanos aviesos intereses personales y sectoriales que ponen en juego el verdadero origen de las luchas y reclamos desdibujando el esfuerzo mancomunado en la búsqueda de soluciones para todos.
Estos individuos desoyen el llamado ancestral de su propio pueblo y se acomodan según las circunstancias, carencias inducidas por el propio estado que los prefiere callados, pobres e ignorantes como una forma de someterlos a sus propios intereses.
Haciendo caso omiso a su identidad quienes se prestan a estos aviesos mecanismos de control están contribuyendo con el sometimiento de su pueblo, no es ningún secreto que esta es la política de los estados en los cuales los indígenas han debido luchar para lograr algunos reconocimientos o paliativos que alivien sus desde ya precarias situaciones.
La administración Kirchner debería haber desatado el paquete, que le dejaran en este tema, las administraciones anteriores y actuar en consecuencia sin embargo siguió en el mismo sentido desoyendo a quienes en los ochenta lograron un hecho inédito en la sociedad nacional, el reconocimiento de la cuestión indígena como una situación nacional, peleando en todos los frentes políticos hasta obtener la ley 23.302 y la incorporación en la carta magna en el 94, modificando aquello de “Mantener el trato pacífico con los indios ...” para incorporar un texto moderno acorde con el siglo en el cual vivimos.
La prueba cabal de una situación adversa es la negativa de la administración Kirchner de aceptar el fallo judicial en 1° y 2° instancia favorable a la AIRA en el juicio que ésta le iniciara.

                                                                                                             Ruben Amilcar Spaggiari
                                                                                                                   Consultor externo AIRA
                                                                                                                            L.E. 5.496.688
                                                                                                                                                                                            Periodista
                                                                                                              

domingo, 5 de febrero de 2012

La lucha de los Pueblos indígenas es una lucha de todos los desposeídos del Continente

La lucha por los Derechos Humanos
Quienes piensan que el constante reclamo por sus derechos es una causa que atañe exclusivamente a los indígenas está muy equivocado y no tiene una cabal visión de la realidad del continente y del mundo.

El reclamo por un trato digno e igualitario que permita enfocar adecuadamente sus propios esfuerzos en la búsqueda de soluciones genuinas para sus problemas, es en la causa india, fundamental, toda vez que el sistema dominante les ha negado sistemáticamente la posibilidad de ejercer sus derechos constitucionales, al igual que a todos los desposeídos de la sociedad.
La negación a un trabajo digno, a la educación, la protección adecuada de la salud, la tierra o la vivienda son algunos de los problemas que aquejan a los integrantes de pueblos indígenas, entonces ¿Álguien puede desconocer que estos problemas son los mismos que sufren los sectores más desposeídos de las sociedades latinoamericanas?
Ante esta precariedad y como sucedáneo surge la imposibilidad de integrarse a una vida digna, plena de derechos, participar activamente en la vida social, cultural y política de la sociedad. 
¿Álguien puede suponer que estas privaciones son patrimonio exclusivo de los indígenas?
Claro que no, sin embargo la sociedad global mira con malos ojos aquellos reclamos en los cuales parecería que la sociedad o la Nación o el Estado deben ceder una cierta cuota de beneficios, en pro de apaciguar los ánimos por sus justos reclamos y demostrar que existe la buena voluntad como para menguar el estado actual de las cosas. 
Así el estado actual de la situación se le suman los constantes atropellos coyunturales que en forma de “Proyectos, Megaproyectos o planes de expansión” realizan los estados nación por sí o a través de empresas que, defendiendo intereses foráneos, atropellan el medio ambiente, nuestro ecosistema con el consabido deterioro de nuestra calidad de vida, ya de por sí, muy frágil.
Hoy en día, los pueblos Mojeños, Yuracarés y Chimanes, habitantes originarios del Territorio Indígena TIPNIS en la Amazonía boliviana están sufriendo las consecuencias de la desprotección internacional y de la violación de sus derechos a la autodeterminación establecidos en la Constitución Política del Estado Pluricultural de Bolivia.
Por causa de la falta de una consulta previa, libre e informada, los pueblos iniciaron una Marcha de Protesta contra la construcción de la carretera que dividirá su territorio y causara daños irreversibles al medio ambiente.
A pesar de tener gran apoyo de organizaciones indígenas y ecologistas a nivel nacional e internacional, están siendo despreciados y criminalizados por el Gobierno que declaró desde el comienzo que la carretera pasara inevitablemente por el territorio indígena.
Además están fuertemente amenazados por sectores con intereses particulares y la policía tiene el orden de parar su marcha para que no llegue a la sede del gobierno.
Como muestra cabal baste decir que el proyecto de la carretera que fuera denunciado a los fueros internacionales por representantes indígenas Aymará del Consejo Indio de Sudamérica, CISA, proyecto que afectara directamente el frágil ecosistema indígena sino que los obligará a dividir el territorio ante la desidia de los gobernantes y a favor de intereses mercantilistas que se respaldan en esquemas eufemísticos como el “Progreso”.
Los pueblos indígenas son los primeros en querer progresar y así estar en sintonía armónica con los tiempos que corren, eso es lo que están reclamando, para así poder hacerlo, pero nunca a costa de su propio principio de identidad.
Es atentar contra este principio el alterar, avisa y calculadamente, su base de creencias, alterando el ecosistema que les otorga la vida.
Todos sabemos que a la sociedad global puede serle difícil comprender esto, sólo deben detenerse a pensar, ...cuando exterminemos el último árbol y contaminemos, nuestros ya de por sí frágiles recursos naturales, poco podremos hacer para sobrevivir y no serán solamente los indígenas quienes desaparecerán.
Existen otras soluciones para proyectarse hacia el futuro sin dañar nuestro presente, alternativas que podrían utilizarse pero como sucede con el uso y explotación de los combustibles fósiles, (Petróleo) esas posibilidades alternativas son desdeñadas argumentando distintas razones que ocultan los verdaderos intereses mercantilistas en el poder.
La crisis global que enfrenta el mundo no es económica, aún cuando a primera vista nos lo parece.
Crisis que ha puesto en jaque a varias economías nacionales de Europa y en alerta constante al sistema económico Europeo que debió salir a salvaguardar su estabilidad y su razón de ser.
Sin embargo mal que nos pese esta crisis nos ha demostrado que si bien la resultante es un enorme desequilibrio financiero de las economías que integran el bloque europeo el principio de este mal se encuentra enquistado en la sociedad moderna como un virus que se ha cultivado en el fondo mismo de la estructura social socavando los valores principistas que por un tiempo intentaron perfilarse como el sustento de la sociedad.
Parecería como si, en la permanente dualidad del cosmos, nuestra vapuleada humanidad perdiera la batalla, y el mal señoreara sobre nosotros.
Sin embargo esto no es más que la muestra de lo malo que pueden ser los abusos y desenfrenos del poder, sin control que limite o equilibre sus acciones.
Los indígenas son conscientes de esto, fueron victimas del totalitarismo, sobrevivientes de un holocausto, sus luchas tienen el objetivo plasmado en sus genes, en su cultura.
Quienes podamos ver en esto una posibilidad ante la adversidad, descartando la teoría del “Buen Salvaje”, ante un sistema que se nos muestra intolerante e insensible, debemos aprovechar su experiencia para juntos poder construir un presente.
De nosotros depende.

lunes, 30 de enero de 2012

Los Moqoit (Mocoví) – Meteorito “El Chaco”

           Planteada la controversia entre los integrantes del pueblo mocoví de la provincia de Chaco, las autoridades provinciales con el gobernador Capitanich a la cabeza y la generalidad de la sociedad chaqueña que en su mayoría desconoce la importancia que “El Chaco” tiene para los Moqoit.
Los Moqoit o mocovíes habitan la zona sur de la región Chaqueña, en territorio de la República Argentina. Pertenecen a la familia lingüística guaycurú. Originalmente cazadores recolectores, luego de la llegada de los españoles adoptaron rápidamente la cultura ecuestre.
A partir de ese momento se volcaron a correrías montadas, por un lado contra otros grupos aborígenes (Lules, Vilelas y Malbaláes), empujándolos a las zonas de interés criollo; y por otra parte (en general formando alianzas con bandas abiponas) contra las fronteras de las Provincias de Tucumán, Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe, esencialmente para aprovisionarse de ganado caballar.
El inicial predominio de las hostilidades contra otros grupos aborígenes parece haber potenciado el desarrollo de un sistema social caracterizado por un fuerte cacicazgo de prestigio hereditario: la “línea de abuelos”.
Los "abuelos" son mocovíes de ambos sexos, que viven en una época en la que la vida del mocoví se rige por las antiguas costumbres.
De entre las características de esta vida resalta el hecho de que sólo se consumen alimentos "naturaleza", alimentos que se obtienen del monte, y que son conceptuados como más sanos. Debido a esta dieta, los "antiguos" no tienen problemas de salud excepto las mordeduras de serpientes (que son los grandes antagonistas naturales y míticos de los antiguos) para las que los pi'xonaq (shamanes) conocen remedios.
Es una época en la que los mocovíes son "ariscos", vale decir: desconfiados de todos los no mocovíes, huraños para con ellos.
Ser "arisco" se relaciona también con vivir en el monte (que es pensado como un refugio protector que ocultaba a los "antiguos" y les proporciona el buen sustento), y ser belicosos.
Otra de las características de los "abuelos" es que en sus tiempos muchos eran pi'xonaq poderosos. Algunos capaces de atraer la lluvia, otros de curar las mordeduras de serpientes y otros de sanar otro tipo de enfermedades.
Estos antiguos poderosos fumaban pa'a (tabaco silvestre) y cantaban para llevar a cabo la mayor parte de sus despliegues de poder.
A fines del siglo XIX y principios del siglo XX, el avance de la Sociedad Nacional hacia el Chaco desde Santa Fe provocó el retorno de muchos mocovíes a zonas del Sur de la actual provincia del Chaco. Actualmente los mocovíes sobrevivientes (alrededor de cinco mil) se encuentran en las provincias argentinas de Santa Fe y Chaco
La decisión unilateral que determinó conceder, en préstamo por el término de 100 días, la voluminosa masa metálica que compone el meteorito conocido como “El Chaco” de 37 toneladas, el segundo más grande en su tipo del mundo, para ser expuesto en la megaexposición de arte en la ciudad alemana de Kassel para formar parte de la exposición internacional “Documenta 13”.
Es sabido que el Instituto de Asuntos Indígenas de Chaco, IDACH compuestos sí por indígenas, de distintos grupos étnicos de la provincia, generalmente se encuentra en “sintonía” con las decisiones gubernamentales y no refleja el sentir de cada grupo, aún cuando en la generalidad parecería lo contrario.
Esta no es ninguna novedad y viene siendo así desde su creación formal durante la administración del gobernador Danilo Luis Baroni y el Ministro Julio René Sotelo en aquella época me tocó trabajar en el progama “El Grito Toba de Colonia Teuco” para recuperar las 150.000 Has. pertenecientes al pueblo Toba patrocinado por el Centro de estudios legales y Sociales, Cels para la comunidad meguesoxochi, viví esta alexionadora experiencia.
En el tema que nos ocupa el IDACH dio su aprobación, cuestión de esperarse, por lo expuesto, para el traslado de este emblema del sentimiento prístino de los Moqoit, grupo humano de una profunda cosmovisión estelar, cosmovisión que con la desaparición de los últimos “antiguos” los nuevos van perdiendo o se ha desdibujado.
Los representantes comunitarios se oponen al traslado, alegan que esta ausencia del símbolo estelar que representa “El Chaco” no sólo para los Moqoit sino también para todo chaco, aumentará el vació existencial de los nuevos Mocovies y la fuerza de cohesión del pueblo Chaqueño.
Según la cosmovisión Moqoit los “viejos”, de los cuales quedan muy pocos, o casi ninguno, han trasladado a los “nuevos” el sentimiento que representa para ellos la presencia en suelo Moqoit de este mensajero de las estrellas, que los han guiado y acompañado durante miles de años.
Las actuales autoridades de la provincia de Chaco deberán evaluar si es extremadamente necesario acceder a la petición de los organizadores y participantes de Documenta 13, movilizar una estructura que pesa 37 toneladas, por la simple atracción que el meteorito en sí representa.
Si existen tantos y tan interesados, que ellos viajen al Parque Nacional donde permanece expuesto
y a su vez visitar Campo del Cielo y los 26 sitios identificados donde existen registros del impacto de cuerpos celestes.
Ese fue el objetivo para la creación occidental de los parques Nacionales preservar y fomentar el turismo, preservando y exhibiendo nuestro patrimonio, no podemos hacer una muestra itinerante con 37 toneladas y al mismo tiempo dividir a la sociedad.

miércoles, 25 de enero de 2012

El Tabaco (Digo) y sus orígenes.

                Este vegetal era utilizado por los grupos humanos Amerindios que mantuvieron su primer contacto con los europeos quienes nos contaron sus experiencias con él.
Así en sus relatos nos contaron que se utilizaba para ser quemado en recipientes especiales hoy conocidos como pipas o burdos cigarros armados con sus hojas.
Asimismo su humo se utilizaba como fungisida para eliminar ciertos ácaros (Piojos) muy propensos a desarrollarse en el vello púbico. (Ver antiguo grabado del libro “América Pintoresca” S.XIX)
La industria moderna manofactura cigarros armados con sus hojas, enrolladas sobre sí mismas o trituradas o molidas dentro de una fina hoja de papel, con o sin filtro, para inhalar su humo, también se utilizaba muy triturado creando un fino polivillo para inhalarlo por las fosas nasales en forma de “Rapé” en la sociedad europea de los siglos posteriores a su descubrimiento en tierras americanas una vez que su uso se popularizó en el viejo mundo, tal como ocurrió con la Yerba Mate, luego sobrevino un periodo de prohibición por razones estrictamente religiosas, ya que los clerigos relacionaban su uso con la adoración a ciertas idolatrías que ellos intentaban desterrar.
Esta práctica de extirpación de las viejas creencias y tradiciones de los pueblos americanos se mezclaron con simples prácticas de liberación de la conciencia o creación de estados alterados propios para la comunicación con sus ancestros, practicas que los sacerdotes asumieron como nefastas para el proceso de “Evangelización” que la aventura Colombina se había impuesto.
Fue a partir delos años cincuenta del siglo XX que la Organización Mundial de la Salud, OMS comenzó a llamar la atención por el uso irrestricto del tabaco y en particular el uso del cigarrillo procesado con papel y comercializado modernamente y como afecta la práctica de fumar en el ser humano.
En las Antillas , región insular de Centroamérica, sitio al que Colón arribó en 1492 a la isla La Española, actual República Dominicana, se asentaban los indígenas Taino o Caribes insulares estos fueron quienes transmitieron a los europeos su costumbre en el uso de una planta que llamaban “digo” de anchas hojas fibrosas que dejaban secar hasta adquirir su coloración marrón dorado que luego maceraban hasta obtener unas pequeñas fibras o un fino polvo.
Las fibras se utilizaban en un recipiente pequeño con un tubo por el que se hacia circular aire al absorver con la boca mientras en el recipiente a manera de hornillo se ponía una yesca o braza para encender la picadura, a este recipiente los españoles lo llamaron “pipa” pero los Taino lo llamaban “Tabaco” que entre ellos no fue el nombre del vegetal sino del recipiente, utilizado mientras que, como expresé, el vegetal molido fue el “digo”.
Desconocido esto hasta épocas más recientes con el avance de las investigaciones, filológicas, lingüísticas surgieron importantes trabajos, estupendos aportes como el publicado por el Instituto Indigenista Interamericano, en su Vol. XLVII de 1988, el magistral trabajo de Sergio Valdés Bernal sobre “Las lenguas indoamericanas y el español hablado en Cuba”, autor que a mi entender sólo comete un error, llamar español a la lengua impuesta, pero esto es tema para otro trabajo, ya que en el suyo Bernal nos muestra la real influencia que las lenguas naturales del Continente tuvieron sobre el habla y la vida del viejo Continente haciéndose muy marcado el principio de transculturación en el proceso Colombino.
Con estos trabajos se pudo detectar en las sociedades humanas de América este y otros errores de interpretación que los primeros cronistas y exploradores hicieron de la fonética y la grafía en su contacto con ese mundo que desconocían.
Tema que abordo más en detalle en mi libro “Un conflicto de identidad” ya que esta misma situación se repitió con los nombres propios de los pueblos y regiones de Abya Yala, nombre originario del Continente Americano.
Así jocosamente podríamos inferir que las famosas y nefastas “Tabacaleras” serían en realidad inocentes fabricantes de pipas.
Ahora bien si, como en mi caso, el que tiene “angina tabacal” después de un proceso largo de ingestión respiratoria del humo de “digo” ¿ Cómo la llamaríamos?
En fin como resultado del esclarecimiento de nuestra lengua resulta que fumamos "digo" molido en tabaco, cigarros y cigarrillos.